Actualmente
las personas son afectadas por enfermedades transmitidas por los alimentos, que
incluso causan la muerte en parte de la población.
Los grupos de mayor riesgo y con mayor
vulnerabilidad son los lactantes (niños), embarazadas, pacientes
inmunodeprimidos (pacientes trasplantado o con enfermedades crónicas) ancianos
y viajeros.
Para el público y los viajeros: Cerciórese de
que los alimentos estén bien cocidos y se mantengan calientes al momento de
servirlos. Evite el consumo de leche cruda y sus subproductos; beba únicamente
leche pasteurizada o hervida. Evite el consumo de hielo a menos que se haya
hecho con agua inocua. Cuando se dude de la inocuidad del agua para beber,
hiérvala. Lávese bien las manos y con frecuencia, usando jabón, sobre todo
después de haber tenido contacto con animales de compañía o de granja, o
después de haber ido al baño. Lave cuidadosamente las frutas y verduras,
especialmente si se van a consumir crudas.
Para los manipuladores: Los manipuladores
profesionales que tengan fiebre, diarrea, vómitos o lesiones cutáneas
visiblemente infectadas deben informarlo inmediatamente a su empleador.
La OMS posee una publicación llamada Guía para los Viajeros sobre la Inocuidad de
los Alimentos (http://www.who.int/foodsafety/publications/consumer/travellers_sp.pdf?ua=1) donde se dan consejos
prácticos para salvaguardar la salud durante los viajes, además de información
para quienes manipulan alimentos.
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario